Dos niños llevaban toda la mañana patinando
sobre un lago helado cuando, de pronto, el hielo se rompió y uno de ellos cayó
al agua. La corriente interna lo desplazó unos metros
por debajo de la parte helada, por lo que para salvarlo la única opción que
había era romper la capa que lo cubría.
Su amigo comenzó
a gritar pidiendo ayuda, pero al ver que nadie acudía buscó rápidamente una
piedra y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas.
Golpeó, golpeó y
golpeó hasta que con-siguió abrir una grieta por la que metió el brazo para
agarrar a su compañero y salvarlo.
A los pocos minutos, avisados por los vecinos que habían oído los gritos
de socorro, llegaron los bomberos.
Cuando les
contaron lo ocurrido, no paraban de preguntarse cómo aquel niño tan pequeño
había sido capaz de romper una capa de hielo tan gruesa.
-Es imposible
que con esas manos lo haya logrado, es imposible, no tiene la fuerza suficiente
¿cómo ha podido conseguirlo? -comentaban entre ellos.
Un anciano que estaba por los alrededores, al escuchar la conversación,
se acercó a los bomberos.
-Yo sí sé cómo
lo hizo -dijo.
-¿Cómo?
-respondieron sorprendidos.
-No había nadie
a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.
Este cuento me parece bastante cierto y realista pues
creo que cuando alguien intenta realizar algo la gente, siempre, lo criticara y
simplemente no lo intentara por miedo a errar y realizar algo solo por darle el
gusto a las demás no es acertado y te limita.
Fuente: http://www.blog.eloymoreno.com/el-nino-que-pudo-hacerlo/